martes, 17 de abril de 2012

De Vito de De Vito (I+D Records, 2012)



De Vito entrega su primer LP, su primer disco largo, tras dos EP´s de largo recorrido, trufados de grandes canciones y que encuentran en este debut homónimo una coherencia interna basada en sonoridades, arreglos bailables y un componentente de postmodernidad mesiánica.






El disco se abre con On fire, calidez sintética, Fuxedo amasa las palabras y las percusiones y la rítmica, el roland echa fuego digital. A continuación Champán para todos, el particular homenaje que De Vito realizan a Sergio Algora, las guitarras amenazan con conquistar el mundo, (“Nadaremos en el sopa, borrachos”, verso que cristaliza el potencial generacional del tema), las voces de Raudive conectan con el más allá, el tema es la banda sonora potencial de la psicomágica, unas veces limpio, otras manchándolo todo de lágrimas robóticas. Uno de los temas más directos surgidos de la pluma de Fuxedo, Buenas noches, Beirut, una maliciosa mirada a los ochenta, tanto en la temática (ya nadie se acuerda de la "Guerra del Yom Kipur"), como en esos ritmos intertextualizados de un recopilatorio sucio de tecnopop. Más relajado en la interpretación vocal pero el tema gana en los arreglos imaginativos, en el virus alemán que se inocula, en las baterías atrapadas en los cables... Clap your hands and say co! Retahíla de postmodernidad, mezclando sadismo aragonés con camisetas rotas de Iron Maiden, al final lo importante es que uno baile, las excusas las pondremos mañana. El Gran Norte es otro tema nuevo, narcótico, de pinchazos opio frío, de voces que van y vienen arrastradas por el viento, las guitarras crujientes, limpias, se engarzan en la pasión por Brian Eno mientras esperamos la llegada de Barbara Rave, esquemas rítmicos crecientes, guitarras y sintetizadores que arden, las voces se superponen como si los noventa se hubieran estirado el after una década. Magnífico el Macho Alfa, con todos los charcos del mundo pisados y ese bajo asesino de Pablo Malatesta que nos hace temblar al filo de la cuchilla. Todo vale en la mezcla de estos druidas: francés, onomatopeyas, dictaduras planificadas, el bajón, el subidón, el mejor néctar de los lixiviados más vulgares. El comienzo de Búscate un Jack podría encajar en cualquier disco donde estuviera presente Luis Miguelez, casi bakala, bombo a negras de la escuela Valencia, pero también de la desviación hipnótica de los temas de New Order, en su remezcla eterna. Seguimos con otro clásico ya del repertorio de De Vito, Radio Räro (que estás en los cielos), es un tema redondo, acelerado con los BMP´s que la noche te suministra, la batería, los ruidos y las guitarras de EdSullivan, que vuelven a ser originales, despiadadas cuando toca, de sabor clásico e infinito cuando giramos la mirada hacia Berlín. Estamos llegando al final, pero todavía queda otro clásico en la maleta del dj, Alles auf Deutsch, el tema que encumbró a De Vito en el altar del rock sintético, que los señaló como resucitadores mayores del reino en las largas noches de los festivales de todas la península. Cada día están más guapos, queridos. Cerramos con Mojito, otro tema nuevo, de sudor adolescente y mezcla de coste bajo, el amor es lo más parecido a una lista de la compra en la que vas tachando los nombres. El dinero nos hará mejores personas.

De Vito entregan un LP grandioso, de factura exquisita, con elegancia gélida en unos pasajes, con adaptación de la herencia punk ensuciando otros momentos del disco, esquemáticos en los textos, pero con la sapiencia precisa del cirujano, breves píldoras de contundencia rítmica, guitarras imaginativas y buen hacer con los sintetizadores. Una banda que sigue marcando camino y ha conseguido dejar de buscar referencias para convertirse en referente. Enhorabuena

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