lunes, 8 de diciembre de 2014

Quebranta de Calavera (Autoeditado, 2014)


Secreto a voces, las canciones pasan frente a ti como arrastradas por el viento. Calavera utilizar el descanso, la respiración, como un instrumento más. Salvaje golpea con delicadeza en la memoria a través de filtros y filtros de recuerdos. Escalador incide en la faceta más pop de la banda, con juegos de voces, reflejos del sol en la nieve. ¿Una mixtape para la biografía de Gino Bartali? Dicen que los grandes campeones pasan por la Casse déserte del Izoard en solitario. Yo lo creo. Como creo que Meridiano mira hacia el oeste. Con precisión milimétrica se traza la línea clara en un mapa. Como un tipo que escribe poemas en los márgenes del libro de geografía de segundo de bachillerato...algún día tendremos que parar, pero por hoy, nos conformamos con sobrevivir, la verdad. Una cumbre perdida es lo más cerca del cielo que uno puede estar y una estación espacial el último lugar del mundo donde esperarías encontrar a un antiguo Dios en pleno ataque de ansiedad. A través de las ventanas de la nave puedes ver un planeta que no es el tuyo y susurras la letra de Antipánico mientras Calavera interpreta en riguroso playback la tonada. Y el cierre para la perplejidad: si uno no se reconoce a sí mismo en su propia foto de carnet, quizá lo mejor sea evitar los Fotomatones. Una y otra vez, el nylon es tu amigo, el eco te recuerda a tiempos mejores que nunca pasaron. No hay fiebre si tu piel está cubierta de mercurio.


Envuelto en un diseño delicado y sugerente obra de Álvaro Ortiz y Erica Fustero, el disco de Calavera se convierte en un objeto inclasificable, como un tesoro escondido en una biblioteca desconocida. Grabación del año, sin duda. Belleza incalculable.

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