miércoles, 18 de diciembre de 2019

Reseña de No podrán de Erizo (autoeditado, 2019)


Siempre es motivo de alegría el nacimiento de una nueva banda en nuestra región, en este caso ellos son Erizo, un combo enérgico con buenas guitarras y una solvente sección rítmica que presenta un EP de cuatro temas para su debut. El comienzo con Destellos, juega con un desarrollo narcótico que te deja suspendido entre efluvios rítmicos y una bruma de todo lo épico que nos recuerda a lo más lacónico del sonido británico de los noventa. No podrán trae una descarga de electricidad de vieja escuela, con sabor añejo y lírica social, un tema directo que atrae con apetencia diabólica y puntual sadismo en los pedales. Erizo bebe también de grupos más cercanos en el tiempo, como la lírica alucinada de Vetusta Morla o el camino exigente de banda como Grises, en Pequeño saltamontes hay una apetitosa muestra de ello, la toxicidad del canto rodado. Para el cierre del EP, Antes de llegar, vuelve esa parte más ambiental, de desarrollo intenso que apuntaba el comienzo del tema, un terreno, el del medio tiempo especiado para estadios, en el que Erizo parece encontrar su ajuste mejor, valiente en la voz Juan Luis Erizo, sus guitarras tienen rigor y atrevimiento a partes iguales y la parte de la sección rítmica, con Francisco Javier Galindo en percusión y batería y Julio Ramos, son el colchón imprescindible para desarrollar un proyecto de estas características.

Erizo es una propuesta que recoge la tradición enérgica de las últimas décadas, con un buen manual de estilo y un sonido contundente que esperamos ver pronto en directo.

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