domingo, 21 de marzo de 2010

Carnicería Carnicer


Grupo de after punk formado a finales de los ochenta por el poeta y músico Javier Carnicer (voz, letras), Felipe Garzo (guitarra)-miembro también de Orni-, Curro Domínguez (bajo)-miembro de The Chuttones- y Victor Morlán (batería)-miembro también de Orni-. Posteriormente Javier Carnicer formaría Manicomio Romántico.

“Que por mayo era por mayo” de 1987 cuando le dije a Felipe Garzo que tenía un montón de canciones escritas y que también tenía las melodías, los ritmos, la estructura de los temas, etc. Felipe era uno de mis guitarristas preferidos y además era de Huesca y vivía, como yo, en Barcelona, así que le sugerí la idea de formar una banda de rock trágico que se llamara Carnicería Carnicer, donde el sonido de la guitarra era imprescindible para abrazar los delirios expresivos de la voz hasta alcanzar una especie de orgasmo sónico y vital. Ambiente oscuro pero intenso, ecos latinos, existencialismo irónico, romanticismo suicida, gravedad, nervio y ternura. Le pasé una cinta de casete donde mi voz intentaba transmitir las letras, las melodías, los ritmos, y qué sé yo: los temas interpretados de viva voz a base de sonidos guturales, sin un solo instrumento que me acompañara. Al cabo de tres días me llamó y me dijo que había grabado en un 4 pistas unos cuantos temas y que sólo faltaba poner la voz para tener una maqueta de C.C. Felipe había programado la caja de ritmos y había puesto bajo y guitarra. El primer tema que escuché fue, precisamente, “Carnicería Carnicer” y me pareció asombrosa la guitarra y todo el tratamiento que hizo Felipe del tema. El segundo fue “Maneras de amar”, el tercero “La eterna tragedia”… En fin, en una semana grabamos 11 temas. Felipe estaba entusiasmado y yo completamente por las nubes. Al inicio del verano llevamos la maqueta a Huesca y la movimos por ahí. La acogida fue sorprendente: emisoras de radio, bares, periódicos, músicos, etc. A la semana siguiente se formó la banda y ya estábamos ensayando para los bolos que teníamos ese mismo verano. Tal cual. Al bajo, Curro Domínguez (guitarra de The Chuttones), y a la batería, Víctor Morlán (Orni). Debutamos el 8 de Agosto en Huesca, vísperas de San Lorenzo, y el llenazo fue increíble y el conciertazo de antología, con equipo de luces y sonido de una gente estupenda de Zaragoza, que nos calaron enseguida e hicieron que sonáramos como los ángeles. El sacrificio íntimo llegó hasta el punto de que me rompí la pierna en un salto (nadie se enteró, el sufrimiento que emanaba de las canciones no era fingido) y fui escayolado al día siguiente. Al cabo de una semana aparecimos en otro escenario, en una plaza de Huesca, ya en plenas fiestas, con la pierna escayolada por mi parte y con toda la energía de mis colegas. Aparecí con bastón y fue uno de los conciertos en los que más he disfrutado. En fin, qué tiempos aquéllos. Nos brindaron críticas hermosísimas, tituladas “Excelente matacía sónica”, “El corazón de la tragedia”, etc. Sonamos en muchos programas de Radio 3, sobre todo en Discópolis, y también en algunos de Zaragoza, donde tocamos en la Sala Metro en el mes de octubre. Hicimos actuaciones en Barcelona y en Madrid y poco a poco el asunto se fue disolviendo, debido, sobre todo, a que dos músicos vivían en Huesca y otros dos en Barcelona. Con las discográficas y los productores interesados nunca me entendí, hablábamos lenguajes muy distintos. La cosa se acabó en 1990 y poco después formé en Barcelona Manicomio Romántico.

texto: Javier Carnicer
la ilustración está extraída del blog Tipología oscense (no he encontrado fotos de Carnicería Carnicer)

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