Me acerco a Kosmodermia, abriendo el
plástico con respeto: demasiado sobrecargado para mi gusto en
colores, pero los títulos de las canciones y las letras del libreto
prometen: enciendo el reproductor, espero que el viaje sea
agradable.En La imaginación funcionan muy bien el juego de dobles
voces y los teclados marcianos, en la onda más agresiva de La Dama
se esconde. Otra piel juega en la liga del punk rock patrio más
inocente mientras que Camino en espiral arroja efluvios tecno, con
un imaginativo arabesco de sintetizadores y un título que remite a
los Soda Stereo más experimentales, aunque la batería fría es una
de las más acertadas decisiones, falla un poco la interpretación
vocal que, para un texto imaginativo hubiera pedido un matiz más
siniestro. Me gustaría escuchar este tema en directo. El club de las
buenas costumbres incide en un tono épico, más espacial que
medieval, con unas jugosas acústicas manteniendo el cuerpo de la
canción. El tema tiene un estribillo enfermizo, de calado mántrico,
que le permite superponerse a la ristra canciones que uno tiene que
sufrir últimamente. El disco de Fominder es como un viaje procesado
entre miles de ciudades en paralelo, desde las que no tienen
horizonte hasta la de los derribos, la que habita Don alma de muñeco.
Que alguien llame a un tema Ntra Sra del Perpetuo Videojuego dice
mucho del compositor: sin miedo a la postmodernidad, evita temáticas
agotadas y lanza guiños a bandas del avant futurista como Aviador
Dro. Y llegamos a La suite del derribo y nos damos cuenta de que es
la canción del disco. Volvemos a líneas alucinadas sobre eléctricas
esquizoides y una letra que escupe, entre Shepard y Ballan, con sus
juegos de palabras incluidos. Una canción donde las imitaciones no
valen nada. Una propia instrumental en mitad de la escucha, con unos
sintes traperos y unas voces a los Krafwert que harían las delicias
de todo fan del sonido imposible de los amantes de Anubis. No todo
podía ser sobresaliente, porque llegamos a Indar y la interpretación
famélica renquea, vale, me la salto...mejor decir la verdad porque
así uno llega a la pista de baile intoxicado del todo y puede
disfrutar Ritmo 16...tecnopop absolutamente sucio y exagerado con una
letra inteligente y unas programaciones con pitera. Un cierre
demasiado previsible no hace desmerecer el total del disco, aunque da
la sensación de que está un poco fuera del lugar. No tomo
decisiones, solamente comento.
Fominder se descubre con una letrista
notable e imaginativo, que busca espacios no demasiado trillados para
definir su imaginario. Eso es bueno, sobre todo en un agotado
panorama con el aragonés. Y aunque Toni dNuevo no se prodigue en
exceso en sus producciones la verdad es que todo lo que sale de su
Origamix Estudio tiene un sello indeleble, de pulcritud formal y
terminado impecable. Además ha explorado una vertiente sintética
muy interesante, de combinación de frialdad y elementos orgánicos
muy potentes. Un disco nutritivo, raro, donde lo distinto de la
propuesta hace olvidar pequeños deslices.
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