Me ha costado acercarme a este disco:
demasiadas emociones contradictorias, demasiado
desconcierto...¿síndromes que no tienen todavía nombre mellando en
mi cerebelo atrofiado? Qué sé yo...aquí no hay música de arrabal,
no hay ruidismo...no hay a Rey muerto Rey Puesto... es como pensar
que la ceniza es la pariente pobre del fuego. Julio de la Rosa
jugando al escondite con la vida en Pequeños trastornos sin
importancia. Julio de la Rosa armado de ideas y voces de chicas
dibuja las melodías como si estuviera escarbando en los sedimentos
tóxicos que dejan los ríos que nunca llegan hasta el mar.
Colecciono sabotajes empieza como siempre, como una canción de
mercurio y cuchilla de Julio de la Rosa y después el huracán que se
sostiene por las capas angelicales y los loops a pelo, por la
superposición infinita. Estoy con tu disco en la mano, Julio: mira
cómo marco el ritmo de tu colmillo afilado en Gigante, cómo te
imito frente al espejo, disfrazado de reptil con Kiss, kiss,
me...¿creías que iba a seguir asustado toda la vida? Vale, este que
te habla con soy yo, tartamudeo una excusa para llegar a Un corazón
lleno de escombros. Ninguna de las antiguas normas valen cuando la
historia es vieja...deslizándose entre líneas de bajo y guitarra
esquemáticas, luz de lava descendiendo por las montañas: ya no
queda nada. Tango roto, tango reventado, percusiones afónicas, cajas
de música...por qué me has dejado así, solo... La fiera adentro,
un túnel bajo la autopista, un barco pirata cubierto de polvo, una
canción infantil de esas que se cantan los otros cuando tú te
alejas. Canciones, melodías, estructuras...no sé si hablar de estas
cosas hace que el brillo de este LP se reduzca, lo único que sé es
que llevo unos meses escuchándolo constantemente. Sé que cada vez
que lo escucho junto a ella el temblor desaparece y no tengo miedo a
amarla para siempre. Borrón y cuenta nueva, con su fijación por la
miniatura, con los dedos friccionando las cuerdas, una y otra vez,
como si las chispas iluminaran el camino de vuelta, una tecla que es
como un susurro. Pequeños trastornos sin importancia es un disco
para el camino, paisaje infinito, no importa de dónde vienes ni a
dónde vas...es mejor pensar que los que están confundidos son los
demás: Tarde a todas las partes. La rabia...en fin, la lava de los
días, ya te he hablado de las fumarolas por las que se escapa la
vida, Maldiciones comunes. Y también Glorietas y amores
saludables...todo, ya no me queda nada. Lo he dicho antes...
Mira, este es es uno de los discos más
bellos que he escuchado en mi vida. Como lo sencillo pidiéndonos una
limosna, como día que iba de maravilla y sabes que no puede acabar
bien... pequeños tesoros ocultos en las esquinas de los sueños, que
desaparecen al despertar. Gracias Julio, como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario