Mono supone la vuelta de Eduardo Galán,
Draco, guitarra y responsable de las producciones de la banda
Volador. Aliado junto a Sergio Rodrigo y Jorge García, Mono nos
ofrece 9 cortes de corte clásico en su propuesta. Pop en las
melodías y acercamientos más rotundos a la electricidad en momentos
puntuales con una herencia negroide de la escuela del Station to
station. Tu recuerdo nos lleva a esos experimentos ácidos de La
Unión y la manera con la que se impone la trepidación en Sin alas
demuestra que los ejercicios de estilo son algo presente en el primer
LP de Mono. El lirismo está presente en Universo, con un interesante
ejercicio vocal, las guitarras se mezclan con una expansión pop de
sabor naif. El vampirismo ochentero en Sin una eternidad y por
supuesto Planeta Azul remite, por su apetitosas acústicas, por sus
programaciones etereas, a Elefantes. Mono es parte de la esperada
vuelta de los nuevos románticos, aquellas olas en las que el soul
blanco perdía su vergüenza y jugaba con lo preciosista, cuidando
sus detalles. Frío es una oda desgarradora que nos lleva hasta
Despertar, donde Jorge se eleva como un vocalista notable que se deja
arropar en una producción sin excesos pero de una pulcritud
necesaria. El cierre, con la delicada Quédate, sigue dejando claro
que esa es la intención de Mono, buscar un lugar en nuestro espacio
emocional a base de oficio y brillo. Nueva y vieja marea que se eleva
sobre nosotros hasta cubrirnos del todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario