domingo, 25 de noviembre de 2012

A boy with a crown de Sheriff (CELL, 2012)

La nueva entrega del proyecto Sheriff ha llegado a mis manos. Viejos conocidos desde la época de Bronski, Javi y Jordi han abandonado durante un tiempo (ya bastante largo, la verdad), la inditrónica para desarrollar lo que en principio parecía un entretenimiento puntual y que se ha convertido en su banda básica. Junto con Carlos en la batería y en un formato de power-pop trío, no solamente reivindica el estatus de clásico de las bandas del noise de los noventa sino que en este disco avanzan hacia el revisionismo melódico sin ninguna vergüenza (no hace falta más que que escuchar el corte con el que se abre el disco Lost, para entenderlo. Saturación elegante y oscuridad templada, recuerdos del ayer como en Long Hair, Sheriff cuidan los detalles dentro de habitual parquedad estética, la consistencia del álbum atrapa con Mad Brain Loving, atesorando sin pudor el ruidismo como arreglo en temas como Planets might actually shape planetary nebulae y la interpretación melancólica como arma. Temas como Charly, Jane&Onsco o Call me abren la paleta interpretativa de los Sheriff, que siguen mirando veinte años atrás (se dice pronto) para no solo quedarse con Seattle, también Washington y algo de la pérfida Albión, en la onda de Ocean Colour Scene. Un disco que atrapa, eléctrico pero con un punto intimista, aunque solamente sea por los recuerdos que reverberan cuando uno escucha los temas de Sheriff. Siguen en el camino.

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