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Y fragmentos del guión:
Javier Carnicer, licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona es músico y poeta. Fue líder de bandas seminales del postpunk oscense, como Carnicería Carnicer y después, ya en Barcelona, Manicomio Romántico y Soledad Anónima. Recientemente ha vuelto a la actividad artística con una doble entrega: un libro de poemas, Estuche de Lijas y un disco junto al músico Justo Bagüeste, Lijas. Pero de eso hablaremos más adelante, porque la idea de hoy es escuchar los temas de la maqueta de Carnicería Carnicer, que como comentamos en el programa pasado, nos ha cedido amablemente Orencio Boix, responsable del documental "Los chicos de provincias somos así" y que incluía algunas de las pocas imágenes que existen en directo de Carnicería Carnicer. También gracias a Antonio Romeo, de Domador, que nos pasó físicamente esta demo de trece temas y al propio Carnicer que amablemente nos los únicos datos reales y válidos para reconstruir la trayectoria de la banda. Al parecer fue en Mayo del año 87 cuando Javier Carnicer habla con Felipe Gazo, componente de la banda oscense Orni, que tiene un puñado de canciones escritas, incluyendo melodías, ritmo, estructura de los temas. Carnicer y Gazo eran los dos de Huesca y vivían en Barcelona, así que el proyecto, formar una banda de rock trágico, era posible. Carnicer dice: Carnicería Carnicer, donde el sonido de la guitarra era imprescindible para abrazar los delirios expresivos de la voz hasta alcanzar una especie de orgasmo sónico y vital. Ambiente oscuro pero intenso, ecos latinos, existencialismo irónico, romanticismo suicida, gravedad, nervio y ternura.
El proceso fue curioso, puesto que Carnicer le pasa a Gazo una cinta de cassette donde estaba sólo la voz. Toda la instrumentación y ritmos los realizaba el propio Carnicer utilizando sonidos guturales. A los tres días había grabado en un cuatro pistas unos temas, en los que Felipe Gazo graba caja de ritmos, bajo y guitarra. En una semana le ponen voz hasta a once temas (Maneras de Amar que pusimos la semana pasada, o La eterna tragedia). Al inicio del verano del 87 la maqueta se empieza a mover por Huesca y las radios, bares, músicos, fanzines, etc... encuentran una acogida estupenda...
Esos temas, al principio un proyecto entre Javier Carnicer y Felipe Gazo, tiene que llevarse al directo, y para ello, para los bolos que ya tienen apalabrados aquel verano, montan una banda con Al bajo, Curro Domínguez (guitarra de The Chuttones), y a la batería, Víctor Morlán (Orni). Debutan, como no podía ser de otra manera, en Huesca, en las fiestas de San Lorenzo, un llenazo total, un concierto antológico. La intensidad de Carnicer como Frontman es tal que se rompe la pierna en un salto y tiene que ser escayolado al día siguiente, así que queda claro que todo el sufrimiento que emanaban las canciones de Carnicería Carnicer no eran en absoluto fingidas aquella noche. Tuvieron muy buenas críticas y sonaron en programas de Radio 3 como Discópolis y tocaron en Zaragoza en la sala Metro en el mes de Octubre de 1987. En las canciones de Carnicería Carnicer no todo es oscuridad y sufrimiento, también hay unos toques latinos muy curiosos, He estado escuchándolos estos días y estoy completamente fascinado con las canciones, pues aunque empieza con melodías esencialmente after punk, muy oscuras, luego evolucionan hacia una especie de rock latino, en el buen sentido de la palabra, casi boleros enfermos, muy en la onda de bandas oscuras de mexico, los primeros Coyotes de la Estación del Amor...
Puesto que dos músicos vivían en Barcelona y dos en Huesca las cosas se van disolviendo un poco, ni discográficas ni productores llegan a un acuerdo con la banda, lenguajes distintos...tocan en Madrid también, pero en el año 1990 se disuelve el proyecto... y poco después monta Javier Carnicer Manicomio Romántico en el que, aunque sea como anécdota, participa como bajista el líder de El Fantástico Hombre Bala, Skizoo o miembro de Bushido, Morti) y de la que hay algunas maquetas en cassette, del año 90 o Soledad Anónima, donde vuelve a juntarse con Felipe Garzo de Orni, con los que se publica un disco de manera indendiente entre el año 93 y comienzos del siglo. La penúltima actividad musical de Carnicer es junto a otro músico oscense, Justo Bagüeste, de dilatada trayectoria (Polansky y el Ardor, Rey Lui, Clónicos, Corcobado...) y de difícil clasificación musical cuando se trata de definir sus trabajos en solitario (Inducin The Pleasure Dreams, Radio Moog 66, In Out, Ballet Radar, Inducing The Poetic Dreams, Cows In Love y Bestiario. Con el que graba Lijas, un disco en el que entre otros, colaboran, Orencio Boix, Juanjo Javierre, Corcobado, Morti o su aliado de siempre, Felipe Gazo. Este disco, publicado en el año 2009, es presentado en Huesca con toda la parafernalia visual y de colaboradores en el Matadero de la capital oscense y en la Boca del Lobo en Madrid. Desgraciadamente no hemos podido disfrutar de él aquí en Zaragoza.
Si hablamos de la trayectoria poética de Javier Carnicer, sus dos libros publicados hasta la fecha son "La sombra del obituario vista por su huésped", editado en 1982 por Picazo en 1982 en Barcelona. Libro del que sólo se editaron 1000 ejemplares y en cuya presentación oscense se montó una exposición-montaje-presentación en la que participó, por ejemplo, el artista oscense Alberto Carrera Blecua. Aquel libro, de componente libre y lúdico, estaba muy influenciado por poetas de corte vanguardista como el tristemente desaparecido José Miguel Ullán. Aquel libro recibió una estupenda crítica por parte del poeta y crítico Ángel Guinda en el Heraldo de Aragón, bajo el título de "El ludiverso de Javier Carnicer" el 14 de Febrero de 1985. En él, Guinda se refiere a "Se bienhumora contra amargo desamor con ironías, mordacidades, improperios en los que aprovecha neologismos existenciales (ascoiris, gaviotean…). Ramón Irigoyen se divertía como espectador del guiñol.Y entre algunas otras cuestiones que lo limitado de una reseña me impide abordar, destaca ese instinto (para mí, lo más logrado del libro: por su sintetismo e ingenio insertos en lo experiencial) de poemación experimental mezcla de visualización, concretismo, ultraísmo que, sin rozar los caligramas apollinerianos, ya que no busca dibujar el objeto de referencia; sin ser frases o alarmas a lo Ullán; sin entrar en la zona de un Julio Campal o un Huidobro vanguardistas, ni en Millán, ni en los fotopoemas de Luis M. Muro, retiene ese toque de incitación a la participación por parte del lector que yo mismo practico componiendo una postal (la titulo Anualverario) con los doce meses del año: doce páginas, a una por mes, en la somete de obituario vista por su huésped." Y más recientemente Estuche de Lijas, publicado por la Universidad de Barcelona, en el que el concepto del poema como lija para limar el horror de la realidad, un libro alucinado y romántico, de monstruos poseídos, caminantes melancólicos... y que sirvió de base para el disco Lijas.
Nos despedimos con otro tema de Carnicería Carnicer, esperando que este respetuoso repaso al primer proyecto musical de Javier Carnicer sirva para abrir boca y provocar las apetencias múltiples de los oyentes, que sigan su trayectoria...y también para reivindicar otras maneras de amar, de vivir, de música escondida que es fundamental para entender nuestra historia.
El proceso fue curioso, puesto que Carnicer le pasa a Gazo una cinta de cassette donde estaba sólo la voz. Toda la instrumentación y ritmos los realizaba el propio Carnicer utilizando sonidos guturales. A los tres días había grabado en un cuatro pistas unos temas, en los que Felipe Gazo graba caja de ritmos, bajo y guitarra. En una semana le ponen voz hasta a once temas (Maneras de Amar que pusimos la semana pasada, o La eterna tragedia). Al inicio del verano del 87 la maqueta se empieza a mover por Huesca y las radios, bares, músicos, fanzines, etc... encuentran una acogida estupenda...
Esos temas, al principio un proyecto entre Javier Carnicer y Felipe Gazo, tiene que llevarse al directo, y para ello, para los bolos que ya tienen apalabrados aquel verano, montan una banda con Al bajo, Curro Domínguez (guitarra de The Chuttones), y a la batería, Víctor Morlán (Orni). Debutan, como no podía ser de otra manera, en Huesca, en las fiestas de San Lorenzo, un llenazo total, un concierto antológico. La intensidad de Carnicer como Frontman es tal que se rompe la pierna en un salto y tiene que ser escayolado al día siguiente, así que queda claro que todo el sufrimiento que emanaban las canciones de Carnicería Carnicer no eran en absoluto fingidas aquella noche. Tuvieron muy buenas críticas y sonaron en programas de Radio 3 como Discópolis y tocaron en Zaragoza en la sala Metro en el mes de Octubre de 1987. En las canciones de Carnicería Carnicer no todo es oscuridad y sufrimiento, también hay unos toques latinos muy curiosos, He estado escuchándolos estos días y estoy completamente fascinado con las canciones, pues aunque empieza con melodías esencialmente after punk, muy oscuras, luego evolucionan hacia una especie de rock latino, en el buen sentido de la palabra, casi boleros enfermos, muy en la onda de bandas oscuras de mexico, los primeros Coyotes de la Estación del Amor...
Puesto que dos músicos vivían en Barcelona y dos en Huesca las cosas se van disolviendo un poco, ni discográficas ni productores llegan a un acuerdo con la banda, lenguajes distintos...tocan en Madrid también, pero en el año 1990 se disuelve el proyecto... y poco después monta Javier Carnicer Manicomio Romántico en el que, aunque sea como anécdota, participa como bajista el líder de El Fantástico Hombre Bala, Skizoo o miembro de Bushido, Morti) y de la que hay algunas maquetas en cassette, del año 90 o Soledad Anónima, donde vuelve a juntarse con Felipe Garzo de Orni, con los que se publica un disco de manera indendiente entre el año 93 y comienzos del siglo. La penúltima actividad musical de Carnicer es junto a otro músico oscense, Justo Bagüeste, de dilatada trayectoria (Polansky y el Ardor, Rey Lui, Clónicos, Corcobado...) y de difícil clasificación musical cuando se trata de definir sus trabajos en solitario (Inducin The Pleasure Dreams, Radio Moog 66, In Out, Ballet Radar, Inducing The Poetic Dreams, Cows In Love y Bestiario. Con el que graba Lijas, un disco en el que entre otros, colaboran, Orencio Boix, Juanjo Javierre, Corcobado, Morti o su aliado de siempre, Felipe Gazo. Este disco, publicado en el año 2009, es presentado en Huesca con toda la parafernalia visual y de colaboradores en el Matadero de la capital oscense y en la Boca del Lobo en Madrid. Desgraciadamente no hemos podido disfrutar de él aquí en Zaragoza.
Si hablamos de la trayectoria poética de Javier Carnicer, sus dos libros publicados hasta la fecha son "La sombra del obituario vista por su huésped", editado en 1982 por Picazo en 1982 en Barcelona. Libro del que sólo se editaron 1000 ejemplares y en cuya presentación oscense se montó una exposición-montaje-presentación en la que participó, por ejemplo, el artista oscense Alberto Carrera Blecua. Aquel libro, de componente libre y lúdico, estaba muy influenciado por poetas de corte vanguardista como el tristemente desaparecido José Miguel Ullán. Aquel libro recibió una estupenda crítica por parte del poeta y crítico Ángel Guinda en el Heraldo de Aragón, bajo el título de "El ludiverso de Javier Carnicer" el 14 de Febrero de 1985. En él, Guinda se refiere a "Se bienhumora contra amargo desamor con ironías, mordacidades, improperios en los que aprovecha neologismos existenciales (ascoiris, gaviotean…). Ramón Irigoyen se divertía como espectador del guiñol.Y entre algunas otras cuestiones que lo limitado de una reseña me impide abordar, destaca ese instinto (para mí, lo más logrado del libro: por su sintetismo e ingenio insertos en lo experiencial) de poemación experimental mezcla de visualización, concretismo, ultraísmo que, sin rozar los caligramas apollinerianos, ya que no busca dibujar el objeto de referencia; sin ser frases o alarmas a lo Ullán; sin entrar en la zona de un Julio Campal o un Huidobro vanguardistas, ni en Millán, ni en los fotopoemas de Luis M. Muro, retiene ese toque de incitación a la participación por parte del lector que yo mismo practico componiendo una postal (la titulo Anualverario) con los doce meses del año: doce páginas, a una por mes, en la somete de obituario vista por su huésped." Y más recientemente Estuche de Lijas, publicado por la Universidad de Barcelona, en el que el concepto del poema como lija para limar el horror de la realidad, un libro alucinado y romántico, de monstruos poseídos, caminantes melancólicos... y que sirvió de base para el disco Lijas.
Nos despedimos con otro tema de Carnicería Carnicer, esperando que este respetuoso repaso al primer proyecto musical de Javier Carnicer sirva para abrir boca y provocar las apetencias múltiples de los oyentes, que sigan su trayectoria...y también para reivindicar otras maneras de amar, de vivir, de música escondida que es fundamental para entender nuestra historia.
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