domingo, 30 de noviembre de 2014

Espíritu de Margot s06e10: Gustavo Cerati, una bocanada aragonesa

muchas gracias a Rubén ZdO por estos años de sueño.
Gracias totales a Pablo Ferrer por mantener la llama.
y Alex Mister Hyde por el buen gusto.


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Cerati había dicho basta. El final de la más grande banda de la historia del rock en Español: Soda Stereo. Un primer aviso a comienzo de los noventa, con su primer descanso, el disco con Melero, el primer solista, Amor Amarillo y la vuelta con los Soda con Dynamo. Pero a final de los años noventa, un Cerati obsesionado con la electrónica, graba un último disco, Sueño Stéreo y para la maquinaria. Seguramente en su cabeza ya había idea para estas canciones:




Gustavo Cerati publica el 28 de junio del año 1999 su segundo disco solista. Bocanada. AMPC, samples y guitarras, funk, pero sobre todo canciones y más canciones. Invitados como Leo García (que por aquella época se hacía famoso con su hit Morrissey y que sería compañero en el directo de Cerati). Esta grabación de 1999 fue realizada en el Estudio Submarino, instalación en casa propiedad del propio músico con el apoyo de gente como Flavio Etcheto, Martín Carrizo, Fernando Nalé y Leo García, Un Cerati que juega con sus habituales pasiones: entra en la electrónica (con la que había trabajado en sus proyectos Ocio o Plan V y sus experimentos junto a Daniel Melero), pero, por primera vez se atreve a indagar en el folklore de la Argentina en alguno de los temas. Su devoción por Mercedes Sosa va más allá y en temas como este podemos encontrar ese legado

 

El 22 de octubre de aquel año 1999 Cerati presenta en el mítico escenario del Gran Rex su disco. Mezcla canciones de su época solista con algún clásico de su época con los Soda. El magnífico sonido del bootleg, que ya corría de mano en mano en aquella época, nos permite hacernos una idea de hacia dónde iba Cerati. En el directo retoma temas oscuros de Soda Stereo, como



La gira pasaría por Estados Unidos, México, Ecuador y volvería una y otra vez a la Argentina, a Buenos Aires, la única amante fiel de Cerati. Gustavo había grabado el disco casi en solitario, aunque algunas de las cuerdas y la orquesta Sinfónica que adornan los temas se grabarían en los míticos estudios Abbery Road de Londres.



"(La) grabación que se realizó en Abbey Road con 48 músicos de la London Session Orchestra dirigida por su primer violinista, que ya hizo trabajos con Massive Attack y mucha gente antes; tremendo como tocaron, fue un momento muy emocionante para mí, y es impresionante lo que va pasando con el clima de esta grabación. Y bueno, después me fui corriendo con las cintas al estudio en que habitualmente trabajábamos, que no era Abbey Road, y ahí puse la voz, en un estado de éxtasis total. Es un momento muy importante del disco, como un pináculo."

Es difícil ser una estrella, un semidios en un país lleno de estrellas y divinidades. Cerati no quiso renunciar al mercado europeo y pudimos disfrutar de la primera edición de un disco de Gustavo en España. Por lo menos en forma y fondo. Zona de Obras que vivía la primera de sus épocas doradas en Zaragoza, con la pujante edición de su revista y sobre todo del diseño web de alguna de las primeras figuras de la música latina, deciden montar un sello discográfico que traiga a España algunas de las referencias importantes de lo más alternativo de la música. Pánico, Suárez, Estelares y claro...Cerati. Bocanada en su edición española, casi se puede decir zaragozana.

Sobre Bocanada, no hay mucho que contar la verdad. Fue un placer enorme poder editar semejante disco en un sello tan pequeño y de nicho. Para mi fue una gran satisfacción. Y también una decepción: fue la prueba definitiva de que en España no había interés en conocer y saber del rock latinoamericano. Con Bocanada me di cuenta de eso. Una anécdota del grado de estupidez: el comercial de la distribuidora que debía vender el disco ponía mala cara porque decía tenía nombre de automovilista… Así nos va con la cultura…

Licenciar el disco fue sencillo porque el presidente de Sony era amigo y sabíamos que ellos no iban a sacar el disco. Así que pedimos la licencia, consultamos a Gustavo que dio el ok y salió, así de simple. Otro placer fue cuando Cerati en entrevistas en Argentina contaba que su disco saldría en España con el apoyo de ZdeO. Conocía nuestra labor y la respetaba.

Para mi es el disco en solitario de Cerati que más me gusta, y seguramente pesa en eso el que haya salido en Plan B en su momento. Lo escuché miles de veces y me sigue pareciendo excelente.

Del disco en España no hay mucho más para contar… se habrán vendido unas 300 copias y tuvo escasa repercusión en medios. Es una pena que la industria musical iberoamericana no cuente con un trabajo que permita que nombres como Cerati no puedan trascender mucho más.


El 28 de octubre del año 2004 pudimos ver a Gustavo en Zaragoza. En el pequeño escenario de la Casa del Loco, un mito cercano. Uno de los grandes momentos de nuestra educación sentimental.

Gustavo, te seguimos esperando, al otro lado del Puente

1 comentario:

Pablo Ferrer dijo...

Tengo una canción para cantar... poder decir adiós es crecer...