Continuamos con nuestra
costumbre de esta temporada en Espíritu de Margot. Traer hasta aquí,
hasta Comunidad Sonora, el recuerdo de alguno de los grandes
conciertos que se han celebrado en esta ciudad. En Zaragoza y en
Aragón. Hemos recordado a Bowie, a Nick Cave...hoy toca otro señor
británico, bajista, rubio, inspirador de tebeos (él fue el que
sirvió como referencia para el dective de lo oculto John
Constantine), actor en Cuadrofenia...el señor Gordon Matthew Thomas
Sumner...más conocido como Sting que actuó en el estadio de la
Romareda el 29 de mayo de 1988 y entre otros interpretó temas como
esta maravilla, un tipo inglés en Nueva York
Esta noche cumpliremos una
petición, la de la cineasta y directora de Proyectaragon Vicky
Calavia que nos pidió que recuperásemos el concierto en la Romareda
de Sting y así lo hacemos. Empezamos, como siempre, poniéndonos en
situación. En Londres, en el año 1977, en plena explosión del
punk, Sting y sus dos compinches Andy
Summers, guitarra
y coros y Stewart
Copeland, batería y
coros forman The Police. La banda evoluciona de sonidos punk rocks
(llegaron a ser teloneros de The Cramps en una gira por Estados
Unidos) con influencia del reggae hasta el pop de melodías
preciosistas durante la década de los ochenta. Discos como Outlandos
d'Amour, su debut de 1978 o Reggatta de Blanc (Reggae para blancos)
segundo LP incluían temas como Roxanne, So Lonely o Mensaje en una
botella son clásicos absolutos de la nueva ola. Hasta su último LP
Synchronicity de 1983 la banda vendió millones de discos...el éxito
de este tema, que también tocó en la Romareda, fue absoluto, Ocho
millones de discos solo en Estados Unidos...Cada vez que respiras
El último concierto
oficial de The Police en su etapa original fue el 4 de marzo de 1984
en Australia, en la última fecha de la gira del disco Synchronicity.
Las tensiones y egos entre los distintos componentes provocaron la
disolución del trío. Lo llamativo fue que nunca emitieron un
comunicado sobre su disolución. En el año 1985 Sting comienza una
carrera en solitario más orientada hacia el jazz, el AOR y los
sonidos adultos.
Su segundo álbum solista
se graba en 1987 y se titula Nada como el sol. El título está
inspirado en un soneto de Shakespeare y entre otros reconocimientos
recibió el de mejor Álbum Británico para los Brit Awards de 1988 y
varias nominaciones para los Grammy. Sting escribió un álbum
melancólico en el que la muerte de su madre y su trabajo muy
involucrado en las giras de Amnistía internacional de aquellos
ochenta. La presencia de la temática latinoamericana y las
dictaduras que había asolado el continente son parte importante de
la temática de ese álbum. We´ll be together fue el primer single
de aquel disco
De aquel disco destacar
las guitarras de Eric Clapton y Mark Knoffler en el tema They dance
alone (que por cierto inspiraría años después a la banda Ella
baila sola) o Rubén Blades. También su compañero Andy Summers
aporta su guitarra en uno de los temas en lo que supone su primera
colabaración después de la ruptura de The Police. La gira de
Nothing Like the Sun trae a Sting a la Romareda aquel 29 de
mayo...Sting había tocado en el Audiotorio de la Casa de Campo de
Madrid el día anterior... Sting era la primera estrella
internacional que actuaba en la Zaragoza, en la Romareda...a pesar de
todo solo hubo 20000 personas como espectadores. “Y
es que eso de que los rockeros pisaran la hierba traía de cabeza a
los futboleros y a los concejales de Cultura”, dice Matías Uribe,
periodista especializado en música.
Después Francia,
Alemania, Estados Unidos... Japón o Australia. Sting era una
superestrella que hacía muchos conciertos. Aquella noche fue mágica,
quizá uno de los mejores repertorios que uno podría encontrar de
Sting, con lo mejor de su carrera en solitario pero también con los
clásicos que había escrito para The Police. Años después,
concretamente en 1996, el 22 de abril, Sting volvería a Zaragoza,
reuniendo en el Príncipe Felipe a 5000 zaragozanos que escucharían
los temas de su disco de aquella época, Mercury Faing. Pero está
claro que la magia de la Romareda, las estrellas y un Sting en estado
de gracia iba a ser irrepetible.
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