En
el mes de octubre de 1996 se edita el segundo LP de El Niño Gusano,
El Efecto Lupa. Como hemos comentado anteriormente, RCA, la única
multinacional que entonces creía, levemente, en la posibilidad
comercial del indie nacional de los 90, llega a un acuerdo con
Grabaciones en el Mar: el sello zaragozano se encargará de la
edición y distribución de su nuevo disco, pero la promoción corre
a su cuenta y, si hay ventas suficientes, el grupo entero se sumará
a Los Planetas en esa aventura multinacional. Nunca alcanzará
semejante número de ventas pero se ha reeditado en varias ocasiones.
En el 2009 en el formato doble cd con las demos y en vinilo se hacen
mil copias de salida que tardan bastantes años en venderse (a pesar
de la maravillosa carpeta doble interior) y luego en el año 2011 se
hace una reedición más sencilla de 300 ejemplares en vinilo que se
vende muy rápidamente.
Uno
de sus fans más completistas es Javier Almazán, Copiloto: Para mí,
lo digo siempre que me preguntan por ellos, la escucha de esa canción
marcó un antes y después en mi vida musical. Al día siguiente fui
a “la tienda de discos” (no era muy difícil encontrar una en
1996) y compré por primera vez una copia de “El Efecto Lupa”.
Debo añadir que la portada, tan… Diferente, ya me termino de
agarrar por el estómago, por los ojos y, ¿por qué no decirlo?, por
el corazón. Y, oye, hasta hoy. Digo que compré el disco por primera
vez porque es el disco del que más copias hay en mi casa. Lo tengo
tres veces en CD (creí que lo había perdido, lo volví a comprar
–eran otros tiempos- y luego apareció el primero. Y el tercero es
la edición con las maquetas, obsequio de Vizcaíno), dos veces en
vinilo y una en casette (Un LP en vinilo y el maxi también me los
regaló Vizcaíno, bendito sea, sabedor de mi devoción total por la
banda). En total, seis copias originales del LP, más el CD de “Mr.
Cámping” y el vinilo de “Veo Estrellitas”. En fin, creo que
queda claro que es “mi” disco de El Niño Gusano.
Sobre
el disco, nos cuenta Juan Luis Saldaña: Creo que este es un disco
de culto, pero no para cualquier público. Llegar a dar con él no
es sencillo. Todos los que lo encuentren serán más felices y
disfrutarán mucho. Me gusta el sonido del bajo, por cierto. Es
artesanal. El disco tiene algo de liberador. Me ayudó a comprender
que todo vale, que se puden meter voces, cortes, experimentos y que
no hay que estar cerrado a unos compases y a unos tiempos.
En
palabras de Javier Aquilué: Aquella audición me dejó
absolutamente CRUJIDO. Para mí supuso una apertura de miras
decisiva. Igualo esa experiencia a la de la escucha de A Day in the
Life de los Beatles, o el descubrimiento de "Down Colourful
Hill" de Red House Painters. Aquello era más que música, había
algo más en juego que lo estrictamente musical en esas canciones.
Eran como intensificadores de la experiencia, fertilizantes para el
tiempo sensible; lo hacían crecer exponencialmente. Me descubrieron
lo que significa el COMPROMISO estético. Además, para alguien
acostumbrado al folk El Niño Gusano me enseñaron a apreciar las
estructuras complejas de corte psicodélico y las disonancias típicas
del noise (esto a medias con Neil claro) porque la sonoridad que
tenían era más orgánica que la de los Planetas o Australian
Blonde: todas aquellas maracas, bandurrias, violines, vientos...pero
a menudo me viene a la mente la línea de bajo del principio de El
Rey Ha Muerto; me parece como salida de una mente extraterrestre,
deberían meterla en esas cápsulas que lanza la NASA y no la novena
de Beethoven. Y ese arpegio después de la introducción y la entrada
de la voz, tan fina, como unos Juan y Junior pidiendo silencio...
Para
Patricia Estevan: Resalto Mme. Dos Rombos, Creo que te voy a dejar,
Pon tu mente al sol (que se sigue bailando con las mismas ganas
cuando suena por ahí). Y una mención especial para Coooooooone
Duuuuuque, pues así suena en mi mente cada vez que paso por esa
calle de Madrid (y me entra la risa y pocas veces puedo compartirlo
con alguien que lo vaya a entender y me río más).
Pierre d.La nos
cuenta: Me gustaba cuando desbarraban hacía la psicodelia o el pop
experimental que era cuando Sergio estaba jugando a ser uno de sus
muchos músicos de tocadiscos. La primera vez que escuche el disco
fue en un bar que raro, todos sabemos que bar y era una fiesta.
De
la portada se encarga Oscar Sanmartín, como viene siendo habitual en
la trayectoria de la banda. Responsable de las ilustraciones que
acompañan al primer LP, Circo Luso y del ya mítico diorama que
sirve como portada para El escarabajo más grande de Europa, la
particular visión estética de Sanmartín sirvió, de nuevo, para
definir el imaginario de la banda zaragozana. Suyas serán también
las portadas de los cd-singles de Pon tu mente al sol en sus
distintas versiones. La portada de El Efecto Lupa fue elegida como la
mejor para la revista RockdeLux aquel año 1996.
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