Continuando
con esta pequeña labor arqueológica que estamos realizando, más
emocional que histórica. En la que, de alguna manera, repasamos
algunos de los grandes conciertos que se celebraron en nuestra
región, esta noche vamos a ir hacia atrás unos cuantos años,
concretamente al uno de noviembre de 1996...aquella noche, The Cure,
la banda de Robert Smith, tocó por primera vez en directo en
Zaragoza.
The
Cure se forman a finales de los años 70. Siempre Robert Smith, icono
pop, a la cabeza. The Cure llegan cuando el punk está a punto de
terminarse, consumido por su propia autodestrucción...encabezan el
afterpunk, lo que en España se llamó onda siniestra y que recogía
la herencia de Joy Division para hacer un pop tenebroso y preciosista
donde lo negro y oscuro era reinante. En España Parálisis
Permanente y Décima Víctima...en Aragón, solo los Niños del
Brasil se han acercado a escribir e interpretar maravillas las incluidas en su LP Disintregration de 1989
Del afterpunk al pop y la polémica, durante los ochenta The Cure facturan LP´s fundamentales para entender muchas cosas: la épica, la retrospección, el nuevo romanticismo, la laca de pelo, las uñas y los cardados, pero también las guitarras susurrantes y los teclados que tejen redes a tu alrededor: Three Imaginary boys, Kiss me, kiss me, kiss me y Desintegration....los ochenta son suyos. Y el mundo se rinde a su alrededor, vampíricos y emocionantes. Enrique Bunbury dirá que sus influencias para el éxito masivo de Senderos de Traición, junto a U2 y El Culto, son los Cure...
Aunque está claro que The Cure, la banda, que llega a tocar aquella noche a Zaragoza, no está en su mejor forma. Los noventa están pesando demasiado...cambios en la banda, un Robert Smith devorado por el éxito y el personaje y unos discos mediocres como el Wild Mood Swings que presentaban aquella noche. De la banda original solo quedaban Smith y Perry Bamonte, teclista y guitarra que se había unido a la banda en los noventa. A pesar de todo, uno de sus mayores éxitos había llegado con un tema ya histórico en su primer disco de la década, Wish. Cuántas veces lo habremos cantado...aquello de Es viernes y estoy enamorado.
La
banda dio aquella noche un recital excelso. Más de tres horas de
concierto, treinta canciones, tres o cuatro bises...el Palacio de los
Deportes de Zaragoza, el conocido como “El huevo”, se lleno para
escuchar aquellas canciones totalmente entregado. Como hemos
comentado otras veces, a mediados de los noventa parecía que
Zaragoza se iba a convertir en un punto de referencia de los
circuitos de música internacional...y todos estábamos emocionados:
Iggy Pop, los Ramones, después Bowie o Lou Reed...aquellos artistas
que solo habíamos conocido o admirado por las carpetas de los discos
de vinilo o los fascinantes cedés...(entonces siempre originales, si
querías grabarte algo usabas una cinta) estaban frente a ti, cara a
cara...y The Cure fueron unos de los mejores....en el año 2000 en la
sala Multiusos volverían a repetir visita a la capital zaragozana.
Dicen que fue también un concierto excelso....yo estuve en aquella
primera visita de The Cure a Aragón y puedo asegurar que fue uno de
los momentos mágicos de la historia del pop en esta ciudad...
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