Hace unas semanas recuperamos a través del cronolector uno de los libros más importantes en la historia de nuestra literatura reciente: Piedad de Miguel Mena. Editado por Xordica, supuso un salto cualitativo en la obra del periodista Miguel Mena; poesía y recuerdo, anécdotas y corazón, canciones y fotografías.
Se puede escuchar aquí
Mixtape: Louise (Human League); Mil calles (La guardia); : Bring a little Loving (Los Bravos); El mar no cesa (Héroes del Silencio), Peppermint frappe (Los Canarios)
Miguel Mena, periodista,
hombre de radio, autor de literatura juvenil. Una mente curiosa,
viajero en lugares minúsculos, memoria de la especie en cultura pop.
Miguel Mena escribió uno de los grandes libros de nuestra historia
reciente mientras su vida entraba en curvas, cuando las canciones se
apagaban a lo lejos, cuando había tiempo para otras cosas. Encontró
su lugar en los recuerdos, en los momentos mínimos. Y de ahí surge
Piedad.
I Parte: Verano de
2008
Piedad es un libro de
textos cortos, de recuerdos e improntas, de reflexiones: hablamos con
Miguel Mena sobre el proceso de escritura.
El primer relato del
libro, “De raíz”, es el primero que Mena escribe. Una sección
del suplemento “Artes y letras” de Antón Castro tiene la culpa.
No más de mil caracteres. La escritura del libro no coincide con la
mejor situación vital del periodista: un proceso de separación
matrimonial, que fue triste, pero no amargo. Algo que no funciona y
Mena se recluye en casa de un amigo durante el mítico verano de
2008: El verano de la Expo universal de Zaragoza, el año que España
rompió su maleficio en la Eurocopa de fútbol. Mena escribía y
escribía y no tuvo tiempo ni de ver el partido. Solo los gritos de
los vecinos le devuelven al mundo. Con setenta textos escritos Miguel
busca consejo entre sus amigos más cercanos, entre escritores como
José Luis Melero que le a vuelta de correo (en un sms, más
prosaico), le contesta “Es cojonudo. Publícalo
echando hostias”. Melero, bibliófilo impenitente, amante del
libro y contenido en sus pasiones (exceptuando el Real Zaragoza), no
suele utilizar ese lenguaje, así que su entusiasmo resultaba muy
explícito. Animado por esa reacción Mena sigue escribiendo a lo
largo del verano y llega a completar más de cien relatos. El
desaparecido Félix Romeo le ayuda a pulir el texto y le aconseja
eliminar algunos textos hasta dejarlo en un número redondo, cien.
Ese será el manuscrito de Piedad. Al que acompañarán una serie de
fotografías, imágenes minimalistas que acompañarán a los textos
sin ser especialmente explícitas. Como cuenta Miguel: “Busqué
un contrapunto irónico al texto correspondiente, para que el libro
fuera un poco menos denso, respirara un poco, permitir al lector
esbozar una sonrisa”.Piedad, el más
personal y bello libro de Miguel Mena está terminado.
II Parte Miguel Mena
en la encrucijada
La obra de Miguel Mena
es variada, es rica, responde a una intensidad intelectual y un deseo
de conocimiento sin igual. Si uno conoce su obra puede indagar en
motivaciones y situaciones que responden a su necesidad de plasmar en
Piedad recuerdos y sensaciones, emociones y sentimientos:
Dentro de la obra de
Mena, Piedad está situada entre Días sin tregua y Todas las miradas
del mundo. Dos novelas de corte clásico, dos novelas policíacas
protagonizadas por su Pepe Carvalho particular, pero el libro está
más emparentado con su parte más personal mostrada en 1863 pasos.
Mena había publicado en Xordica su libro “1863
pasos” en el año 2005. Un caminante, un hombre que reflexiona, la
distancia en pasos de su casa al trabajo. La casa en la que ya no
vive en Piedad, el trabajo que lo ha convertido en un mito. Piedad es
un libro mixto, mutante, en el que uno puede ver parte de un diario o
dietario más bien pero también quizá por la parte más lírica un
cierto acercamiento a la prosa poética. Habla Miguel Mena:”
Estoy de acuerdo en que tiene algo de dietario y también que es el
más lírico de los míos; de hecho hay un par de textos, “Mil
calles llevan hacia ti” y “Aragón”, que son lo más parecido a
un poema que he publicado. En cuanto a ser una versión seria de
“Parafernalia”, eso no lo había pensado nunca, pero podría ser.
Cuando hacía aquel programa en los años 80 mi obsesión era
divertir, tardé muchos años en decidirme a emocionar.” Incluso
si uno conoce la trayectoria en la radio de Miguel, puede ir más
atrás, hasta su época como locutor gamberro en la onda media, con
Parafernalia. Y una tercera parte, que llegará años después, con
Micromemoria. Tres libros para entender una vida. Miguel Mena habla:
“Si ninguna duda, Piedad es en cierto modo una continuidad de “1863
pasos”, son libros en los que reflejo mi mundo interior, y también
“Micromemoria”. Aunque sean distintos, los tres forman una
especie de conjunto y, en efecto, de alguna manera cuentan mi vida.”
¿De
qué habla Piedad? Hay temas recurrentes en Mena, las encrucijadas
en su vida, la radio como motor y pasión, su hijo, la música pop,
el mundo rural, el anecdotario, el antes y el después. Dos temas
destacan, o dos temas me gustaría destacar: El terrorismo (que
engarza con los años de plomo que ambientas sus libros policíacos).
La banda terrorista ETA está presente en tu vida aquellos
días y que te obsesiona el reguero de sangre y misera que deja a su
paso...¿la piedad o la falta de ella podrían encarnarse en esos
monstruos? “El terrorismo marcó mucho
mi adolescencia y mi juventud. ETA fue una pesadilla que duró
demasiados años y que como informador me tocó de cerca. Su falta de
compasión, su justificación de cualquier muerte por servicio a la
causa, me sigue estremeciendo. La falta de compasión, de piedad, me
marcó. Hay atentados que no se me olvidarán nunca, por ejemplo
aquel en que ametrallaron el coche de un alto mando militar y después
persiguieron al soldado conductor cuando intentaba huir y lo
remataron en el suelo. Un chaval que hacía la mili. Todo el mundo se
acuerda de los grandes atentados, Zaragoza, Hipercor, Miguel Ángel
Blanco, pero no yo no me olvido de esos otros menos recordados pero
muy elocuentes en cuanto a barbarie y crueldad”
Para mí quizá uno de los que
recuerdo con más intensidad, aparte de los que dedicaste a tu hijo,
fue el de Pedro Valdivia, hace poco lo vimos tocando en el cumpleaños
de Luis Cebrián, con el que toca de vez en cuando en una banda
formada por médicos. Es una manera de unir también tu memoria de
estrella de la radio con la realidad en la que terminamos por
vivir....Todos tenemos una historia favorita de Piedad y la mía es
la de Pedro Valdivia: “Yo vi tocar a
Héroes del Silencio con su primera formación y siempre pensé lo
duro que tuvo que ser para Pedro Valdivia dejar el grupo por los
estudios y ver luego el nivel que alcanzaron. En los últimos años
he coincidido varias veces con él. La última vez que tuve que ir al
urólogo fue él quien me atendió, de casualidad porque sustituía a
un compañero, pero allí estaba, al entrar en la consulta. Estas
casualidades me resultan divertidas.”
Tercera
parte: El corazón de la gente
Piedad
de Miguel Mena fue una pequeña sorpresa en la trayectoria de Miguel
Mena. Encontró nuevos lectores, se acercó al corazón de la gente
abriendo el suyo propio. La presentación del libro corrió a cargo
de Pepe Melero y Antón Castro, ambos emparentados con Mena a la hora
de escribir, en su forma de plasmar sentimientos, de ver Zaragoza de
una manera cercana para el extraño, la belleza del mundo rural en
Aragón: “La elección de Melero como
presentador era lógica porque él había sido el primer lector del
libro y quien me animó a publicarlo. Con Antón me une una larga
amistad y varias cosas en común: nacimos el mismo mes del mismo año,
somos de fuera y recalamos en Zaragoza con pocos años de diferencia,
nos dedicamos al periodismo, etc. Tenemos formas distintas de
escribir, pero muchos sentimientos comunes, incluido ese
deslumbramiento por Zaragoza y por la geografía aragonesa que creo
apreciamos de distinta manera a los nacidos aquí.”
El
éxito del libro fue un poco inesperado: “Mis
libros más reeditados son “Bendita calamidad” y Piedad, que no
pueden ser más distintos. No me esperaba lo que pasó con Piedad. Ha
llegado a mucha gente, y en sitios muy alejados. Y es el que mejor
acogida crítica ha tenido: Página 2 me dedicó la entrevista
principal del programa, Rosa Montero le dedicó media página en
Babelia, David Trueba escribió un largo artículo en el suplemento
de El Periódico, y así muchos, incluso este mismo año un
periodista de El Mundo, al que no conozco, le dedicó una columna. En
internet he visto a un grupo de alumnos de un instituto gallego
debatiendo sobre textos de Piedad. Es increíble. Nunca imaginé algo
así.”
Para
muchos de los lectores habituales de Miguel es un de sus libros
favoritos, pero hubo otra gente que se acercó a Mena a través de
este Piedad. Cada lector encuentra en el libro su momento favorito o
más cercano a sus vivencias personales: “Me
he encontrado con reacciones muy emotivas en diferentes sitios.
Recuerdo un coloquio en Muniesa en el que se hallaba la madre de un
chico al que mataron por un estúpido error junto a la rotonda de la
Ciudadanía, un suceso que guardaba cierta similitud con algunos de
los que narro en el libro y que yo conservaba fresco en la memoria
porque a pasaba a menudo con mi bici por el lugar donde sucedió y en
el que al menos entonces siempre había flores.”
Piedad de
Miguel Mena, un libro imprescindible en este Cronolector: Primero por
ser un género no demasiado comercial pero de una pureza literaria
absoluta, después por ser una crónica vital de un personaje sin el
que no se entendería la cultura y la comunicación en nuestra
región, una persona que ha observado nuestra sociedad desde muchos
puntos de vista, con humildad y cariño, pero también un escritor
culto, valiente en el trato de la realidad y que engancha desde la
primera página. Uno de esos libros en los que uno puede sumergirse
durante años y años, vivir más de una vida en él.
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