lunes, 12 de octubre de 2015

Niños del Brasil en el Poeta Eléctrico (11 de octubre de 2015)


Dices penúltima y se atraviesan las sílabas en la garganta. Ninguna banda en Aragón ha tenido semejante cantidad de canciones hermosas y tanto humor y actitud e historia como Niños del Brasil. Niños del Brasil anoche fueron cien gargantas entregadas, tres generaciones que han construido sus sueños usando las canciones de Niños del Brasil como banda sonora.

Sobre el escenario Antonio Estación, gafas oscuras, mito absoluto de una ciudad sumergida que solo habitará en los recuerdos, Nacho Serrano, reivindicándose como productor, compositor y músico, renovando los arreglos de los temas clásicos, dándoles esa mezcla de electrónica alemana y pálpito orgánico, Ivanjoe, perfecto a las seis cuerdas, aportando ese toque de música disco perdida en el cruce de las décadas...y claro, Santi Rex, crooner arrebatado por las lijas del desierto, con el efluvio del genio de la lámpara, siempre dispuesto a conceder nuestros más bajos deseos.

Empezaron con el Mundo de la Imperfección, arrebato vampírico que se prolongó con Recuérdame (todavía fresca aquella maravillosa versión que hicieron Volador), Ni por viejo se atrapa al demonio del pasado, no hay pantano suficiente para escapar. Una vez Santi Rex me habló de la belleza, me habló de las Calles de Teruel, Mentiras era una canción que me tatué mil veces en una cinta de casette que me pasó Luis Díez (que anoche estaba en primera fila), volvimos al momento presente, con Estrella Fugaz y la versión de X, una delicada composición que dio fuste a Geminis, el último LP de Niños del Brasil. Pocas veces un LP de regreso tuvo tantas canciones buenas, como Delirios es la última gran canción que han escrito los Niños del Brasil, clásico subterráneo imprescindible. Del último al primero para atacar Amor y espinas y Tu Futuro. Para Las Curvas del Placer el único invitado de la noche, Clara Téllez, sensual hasta doler, sin boas, solo labios y actitud. Con Santi Rex arrastrando la voz, el público hizo suya una vez más Sed de Venganza para llegar a un final acelerado, bravo...con los ojos encendidos: Viernes, Al Oeste y Party Party. Me acuerdo de Sergio Algora diciéndome: Uno de los mejores momentos de mi vida fue escuchar la maqueta de Party Party en la KWM.


Un sonido maravilloso, que permitía captar todos los matices instrumentales y la voz de Santi Rex en primer plano y un lugar, El Poeta Eléctrico que siempre cuida los detalles. Zaragoza, enmudecida, en un pub, en el club privado de los fervientes. Cuando todo termine solo quedarán los recuerdos y ninguna de las ginebras que bebamos a escondidas nos dejarán limpiarlos.  

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