El próximo jueves en el escenario deLas Armas, cita ineludible para los amantes del garage, la guitarra
baja y las gargantas desgañitadas de los perturbados. Los Sonics están en la ciudad: Licántropos sonoros que llevan en el rock desde
siempre, arando las venas de la escena americana de los sesenta a
base de guitarras fuzz y salvajismo. Ellos abrieron las puertas del
sanatorio para toda una pléyade de descartes sociales. El "Iwanna"
de los Ramones, las baterías de los primeros Nirvana, las cuchillas
sobre el pecho de Johnny Thunder. Allí está todo.
Una obra maestra: Here are the sonics,
del año 1965 y cinco décadas después presentan en Zaragoza This is
the sonics. Cincuenta años de protopunk y hammond humeantes nos
contemplan. Son clásicos, son canon, sus el aroma del pantano, la
brillantina en el pelo, son la pistola de Jerry Lee Lewis, son el
Flamin y son el Groovie. Son los que vuelven hambrientos de
madrugada. No digáis que no os lo advertimos.
Recetario básico para el jueves:
Cinderella: Las historias
hermosas nunca suceden después de las doce. Cuando ella se mueve
parece transparente como el cristal y si te acercas demasiado la
pincharás con tu aguja. A veces pienso que me confundo de cuento.
Psycho:Nena, tú me vuelves loco
cada día. Estoy loco por ti. Demencia incontenida, pérdida de
razón, aullidos a la luna, punteos de guitarra. Nena, ya no me
reconozco frente al espejo, en realidad he reventado el espejo con
mis palillos. Solo soy un psicópata.
Dirty Robber: Colección de
favoritas de Lux Interior y Poison Ivy. Versión de The Wailers
pasada por el turmix sonoro de los Sonics. No hay original si la tuya
sabe mejor.
Hard way: Una gema escondida
entre las grabaciones de los Kinks a finales de los setenta. Los
chicos de la escuela han caído en desgracia y es momento de
levantarse y aullar. Seguro que esta nunca se la has oído tocar en
directo.
The witch: Como en una banda
sonora de la Hammer, el pantano se ha quedado a medio montar, la luna
llena cuelga del techo con un hilo finísimo, el fuego hace borbotear
la marmita ¿Habrá bebedizo para todos? Pregúntale a la bruja, está
a punto de llegar.
Have love, will travel: Ricardo
estaba enamorado de Luisita. Todas las noches, al volver del trabajo,
paraba bajo su ventana y gritaba: Louie, Louie. Y los chicos de los
Sonics querían saber más sobre aquella historia de amor. Jim
Belushi subido a una banqueta hace una versión empapado de bourbon.
Echa de menos a su hermano.
Keep a knockin: 93 segundos y un
saxofón. Cuentan que Little Richards tenía que subirse sobre el
piano para dar la entrada a los metales. Estaba Enrique Guzmán,
estaban los Teen Tops, a estel lado del Ebro los Vibrants...y todos
crecimos fervientes y devotos de esta religión que busca
continuamente puertas a las que golpear. 93 segundos y un saxofón.
Aunque toques no te dejo entrar.
Strychnine: ¿Qué se puede
decir de una canción que han versioneado The Cramps, Flaming Lips y
The Fall? Que es venenosa y que además le puso nombre al mejor
fanzine de este país, Estricnina. Rafa Cervera y Ana Curra ¿Te
acuerdas qué cantaba Eduardo Benavente? ¿Qué es ese polvo blanco
que echas en mi comida?
Si fuiste de los que te gastaste 10
pavos en comprarte por correo la camiseta del Boom de los Sonics en
Munster Records tu momento ha llegado. Búscala en el fondo del cajón
o pregúntale a tu mujer que ha hecho con ella. Si no la ha
convertido en trapos comprueba a ver si te entra. Si solo quedan
retazos es momento de usar las tijeras... y el pegamento.
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