Nubosidad Variable presentaba en el foro de la FNAC su último EP, el brillantísimo Hermano Sebastián y lo hacía con una formación peculiar; faltaban Juan Luis y Dani, así que los Nubosos echaron mano del talento y de los amigos para metamorfosearse en un combo curioso: Luis Cebrián en voz y guitarra, Pozo a la solista y coros más Räro dj en teclados y máquinas y Pach Falcone en cajón flamenco. Y sin miedo, claro, cuando hay canciones y actitud lo demás sale solo: igual cae una versión de Caprichosa del Hombre Burbuja con Pozo a la voz, que se improvisa un dúo hiphopero con Pach Falcone transformado en enérgica caja de ritmos para versionear a Radiohead o vuelve a sonar ese hit inmediato que es Órbita mezclado con Un rayo cae de El Niño Gusano para después presentar una de las canciones más bellas que he podido escuchar últimamente, Jesús, donde Luis Cebrián desmenuza una letra cargada de simbolismo y referencias para una generación completamente abandonada a su suerte.
Invitaron a Dani de Audrey needs calm para acompañarles en la melódica en la impresionante El final de los tiempos, en su estreno en directo, un tema telúrico de desarrollo imposible que te deja sin respiración. Empezaron con Basket Látex, siguieron rodando temas nuevas con Indiviso y recuperaron Payaso y Qué más me da. Pach Falcone le dio un sabor a los temas desde la percusión, redibujándolos todos para darles ese punto que hizo el concierto diferente y la compenetración escénica entre Pozo y Luis Cebrián alcanzó cotas de auténtica genialidad. Esa mezcla de pop épico, de letras que vuelven una y otra vez a los mismos temas-la religión, el abandono o los antídotos para la toxicidad de la vida- se combina perfectamente con la capacidad de Cebrián, que con un repertorio de autoparodia e imaginería desbordante, para demostrar que las buenas canciones se pueden mezclar con el humor sin necesidad de recurrir a las palabras soeces, los chistes infantiles o el insulto.
Desde atrás, pensando en las finales del muévete, se vio a los Nubosidad Variable sobrados de recursos y maduros en su mezcla de performance, actitud arty y buen pop en español. Chapeu, chicos, yo también junto las manos, aplaudo y digo CO. Espero que nadie me haya visto. Y encima no tocaron Puedes ir en paz.
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