La última vez que una banda zaragozana me impresionó tanto en directo fue la explosión punk dance de De Vito (quizá, entre medio, algunos de los conciertos eléctricos de El Hombre Lento), pero lo que vi la pasada noche de Reyes en el Páramo bajo el nombre de Rumba Party saturó de voltaje lúdico cada una de mis sinapsis. Rumba Party es la confluencia musical del talento vocal y compositivo de Pelvet –Jorge Arbués, autor de la canción del verano hace un par de temporadas- con la producción y sonoridades de Tatanko -la banda que unió a Nacho Serrano de Niños de Brasil, Nacho “el niño” Estévez, miembro de la banda de Alejandro Monserrat, los Cármenes o Malamente, más Jorge Gil y Jerry Tatanko en un experimento de chill, electrónica e influencias africanas-, un espectáculo que absorbe elementos de la disco-music de finales de los setenta, incluyendo una acertadísima versión de That´s the way (I like it) de the KC and The Sunshine band, pasa por la electrónica más orgánica –a base de bajos sintéticos empastadas con bases de los extended y maxis ochenteros-, la nueva ola de influencias tórridas que asimilan bandas como Vampire Weekend -la voz de Jerry y esa sensación de arenilla de Ibiza sobre la piel en cada loop- y todo bajo el prisma de la música más vital que nunca se ha hecho en España: la rumba catalana.
Comenzaron con dos temas originales de Pelvet, Dos Reyes (entre Peret y Elvis, claro) y el hit inmediato Terete -es difícil encontrar un directo en el que a la segunda canción parezca que ya estamos en los bises-, con el contrapunto de las voces de Jerry. Pasamos por la disco filtrada por la paleta de Muchachito Bombo Infierno con That´s the way para retomar la belleza ambiental de los temas del disco de Tatanko, los billetes de una sola dirección, el recitado, la guitarra flamenca de Nacho Estévez dando solidez a los temas, acariciándolos cuando es necesario con notas puristas para lanzarse al más puro ventilador cuando las palmas los piden. Jorge Gil en el papel de Bez rumbero, de rapsoda tanguero, de contrapunto ceremonioso, nos lleva hasta el momento álgido de la noche, con Pelvet de vuelta al micro y en su territorio: suspendido por la araña electrónica que germina del portátil de Nacho Serrano, nos introducimos en uno de los mejores cancioneros españoles de todos los tiempos, el temario de Peret: caen El Muerto Vivo y la Noche del Hawaiano... los acordes y los ritmos vibran en la misma longitud de onda que las percusiones que animan los centros del placer. Imagínate a los Happy Mondays tocando canciones de Gato Pérez, imagínate a Jorge Ben como vocalista invitado al disco de vuelta de los Gibson Brothers o a los Fulanos grabando un EP de versiones ácidas de los Stone Roses. Imagínate eso y ni siquiera te acercarás lo que es Rumba Party.
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