El tiempo de las cerezas
es un disco doble en el que dos iconos de la música española
comparten espacio, canciones y micrófono. Es un experimento, un
momento, algo irrepetible y exigente, algo que solo podrían hacer
Enrique Bunbury y Nacho Vegas. Un momento único. Nos adentraremos en
estos dos programas en los antecentes y circunstancias que llevaron a
ambos a juntarse, a trabajar y hacer esta verdadera maravilla de
disco del que se van a cumplir diez años, una década ya del Tiempo
de las cerezas.
Uno de los primeros
contactos de Bunbury con Nacho Vegas llegan en la segunda manga de la
gira de Radical Sonora por España. Estamos en el año 1998 y Bunbury
ha tocado algunas fechas por Europa y vuelve con su proyecto de
electrónica y músicas del mundo compartiendo algunos conciertos con
bandas experimentales como los gallegos Estereocéano, Big Toxic. el
colectivo IPD capitaneado por Justo Bagüeste y Silvia Grijalba y es
precisamente Justo, habitual miembro de la banda de acompañamiento
de Javier Corcobado el que recomienda a Mantar Ray a Bunbury.
Corcobado y Manta Ray habían grabado un disco en colaboración,
maravilloso, Diminuto Cielo. Así Manta Ray, la banda de Gijón,
telonea a Bunbury y en Manta Ray está como guitarrista Nacho Vegas.
El Festival Sonora tuvo fechas en aquel verano de 1998. En el maxi de
El viento a favor del segundo disco en solitario de Bunbury, Pequeño,
aparece como cara B un tema IPD 2, Diálogos de IPD+Bunbury en
directo en Avilés que igual nos da una idea de lo que se cocía en
aquella época
Vegas deja Manta Ray a
finales de los noventa y en el año 2001 el mundo descubre un
cantautor diferente, tóxico y lírico, con aquel maravilloso Actos
inexplicables, al que sigue el doble LP Cajas de músicas difíciles
de parar, excesivo, enfermo, bello...El Vegas del primer lustro del
sigle es imparable, escribe y graba canció tras canción, EP tras
EP, doble y doble. Bunbury por otro lado conoce el éxito con
Pequeño, edita un maravilloso disco de madurez como es Flamingo y
después vuelve con un disco doble: Viaje a ninguna parte en el año
2004.A finales del año 2004 Bunbury se embarca en el proyecto Freak
Show: cinco fechas. Un circo, una carpa, el espectáculo circense,
lucha libre...y colaboradores Iván Ferreiro, Carlos Ann, Adriá
Puntí, Mercedes Ferrer...todos verdaderos outsiders...y un más,
claro, Nacho Vegas que sube al escenario e interpreta Gang Bang de su
disco Cajas de música difíciles de parar.
Después de aquel Freak
Show, Bunbury sufre un momento de abismo en su carrera. Cambrils y
Zuera, la salida del Huracán Ambulante, la huida hacia Cuba, los
discos en colaboración con Carlos Ann (Bushido y el disco Panero).
Vegas por otro lado ha triunfado con El hombre que casi conoció a
Michi Panero y el magnífico disco Desaparezca aquí, inspirado en un
texto de Brett Easton Ellis, aunque sus problemas de adicción a las
drogas empiezan a pasarle factura y el personaje está a punto de
convertirse en el que domine la situación. En el año 2006 se va a
convertir en un momento mágico, Bunbury y Vegas coincidien en el
Puerto de Santa María, en los estudios de Paco Loco (con el que
trabajaba habitualmente Vegas). Ambos están en un punto en el que no
saben hacia dónde tirar. ¿Qué une a Bunbury y a Vegas? Pues una
pasión, por ejemplo, como esta
Bravo es un tema
intepretado por Bambino y el único no compuesto por Vegas y Bunbury
en el disco. En el proyecto iba a colaborar también Carlos Ann, pero
al virar hacia el folk americano en los deseos de cada uno no tiene
sentido y abandona el barco. Algunas de las canciones ya tienen un
poco de tiempo, por ejemplo El día anterior que había aparecido en
aquel Bizarros (descartes e inéditos de Bunbury) se convertirá en
Welcome to the callejón sin salida
El tiempo de las cerezas
se edita en septiembre de 2006 por EMI (aunque con cesión de
Limbostarr, donde grababa Nacho Vegas).Algunas de las curiosidades
del disco: 18 canciones, 20 si contamos con que al final de cada
disco hay una versión en la voz del otro de las que abren los
discos. Bunbury y Vegas se reparten composición y voz solista.
Aunque no cantan juntos en ningún tema y solo se les puede escuchar
haciendo coros la impronta de uno en los temas del otro está
presente. La banda que graba el disco mezcla los colaboradores
habituales: Xel Pereda de Vegas, Ramón Gacías de Bunbury con gente
como Quique Mavilla de Distrito 14 o Jorge Rebenaque al hammond que
había tocado en la escena rock de Barcelona y que pronto se uniría
al barco de Bunbury. El disco es majestuoso. Aunque las voces
solistas y las composiciones están separadas en cada momento el
doble cd no se hace pesado en ningún momento. Gijón y Zaragoza.
El título del disco es
una canción de Bunbury y es un guiño a un libro de la escritora
catalana Montserrat Roig. En las canciones aparecen Townes Van Zant,
Katy Jurado, Bambino... y entre los invitados Christina Rosenvinge en
los coros (que después grabaría Verano Fatal con Vegas), Raúl
Fernández , Copi o Gary Louris de Jayhawks. El disco es un proyecto
de estudio. La portada solo unas luces a lo Tom Waits y un color rojo
en la camisa de Bunbury frente al negro riguroso de Vegas. Los
referentes son claros: Cave, Cohen...estamos en un momento importante
en la historia de la música rock en España. La madurez ha llegado.
Loquillo, Calamaro, Vegas, Urruti, Bunbury...gente seria, culta,
adulta...
A pesar de ser un proyecto
de estudio tiene una pocas representaciones en vivo. Fechas en México
(la primera vez para Vegas, que desde entonces ha creado una pléyade
de fans que le permiten repetir gira) y en Barcelona, en el Liceo
(que había sufrido un incendio, como recordarás). El concierto del
Liceo es el 30 de noviembre del 2006 y se edita un DVD en el que se
interpreta prácticamente todo el disco y algunas canciones del
repertorio solista (El hombre, los restos del naufragio y aquel Gang
Bang que los había unido en el Freak Show) y también incluye un
extracto de cinco canciones en el Teatro Metropolitan de México. El
DVD se edita en el año 2007
Nos despedimos. Después
de aquello y con banda nueva Bunbury graba Hellvylle deluxe (donde
aparece con un rifle en la portada) y renquea un poco hasta Las
consecuencias en el año 2010, su último gran disco. Vegas graba con
la Rosenvinge y en el año 2008 publica otro disco enorme El
manifiesto desastre, su último disco con Limbostarr y quizá también
su último gran disco.
El tiempo de las cerezas
sirvió, entro otras cosas, para demostrar que el rock de estadios,
el indie, la música folk americana, española, asturiana...todo
tiene un espacio común y solo hace falta encontrarlo. Y también que
los encuentros, cuando son afortunados, pueden entregar maravillas
como esta. Me despido con la que es mi canción favorita del disco:
la pena o la nada